En alguna ocasión, dentro de mi soledad, escribí esto:
No sé quien eres, ni como te llamas, no sé dónde estás, ni como seas, pero quiero decirte que tu ausencia me daña, que deseo amarte desesperadamente, como nunca nadie te ha amado, quiero decirte que te deseo más de lo que alguien te puede desear.
Cuando camino, en cada paso que doy y en cada momento pienso en ti.
Se que es absurdo el no saber cómo eres, pero mi mente pone tu cuerto,
el viento tu voz y sé que tu piel es tan suave como los pétalos de una rosa.
Que tus brazos abrigan tranquilidad y esa paz que necesito para poder vivir.
Sé que así eres tú, como un capullo abre poco a poco, como el amor y la comprensión verdadera.
¿Sabes?, aunque no te conosco en realidad, puedo decirte que extraño tu paz y tu ternura, y si estas con alguien que no te valora, no pierdas la calma, ni sufras, nos tenemos que encontrar algún día.
Cuando menos lo imaginemos, estaremos frente a frente por que nuestro amor nos debe unir en algún momento. Y puedes estar segura que cuando estés frente a mí, te amaré como nadie nunca te amará nunca, porque conmigo encontraras el verdadero amor que, estoy seguro, tú lo tienes guardado también para mi...
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