.:: Carta a una Princesa ::.

Carta a una Princesa...

Desde que te encontré ya no me interesa ninguna otra mujer; ahora mi mundo eres tú y sólo tú, ya nadie más podrá entrar en él ni en mi vida ni en mi corazón, pues ahí sólo hay espacio para nosotros dos, por favor, Princesa, llévame a ese lugar y ese momento en donde sólo importamos tú y yo, donde nuestro amor arde con una pasión tal que el Sol se siente frío ante él, donde brillas con tanta fuerza que la Luna parece un foco a pagado, donde te amo cada segundo más allá del final del mundo, donde te entrego mi vida con cada beso que te doy, donde sólo seremos nosotros del principio al final...

Amor, yo te daré todo de mí, por poco que esto sea, no tengo más que ofrecer que mi vida entera, mi alma eterna y mi amor incondicional todos por siempre son tuyos, pues yo sólo necesito de ti para poder vivir... mi amor es sincero, mis palabras también, mi pasado no importa, el tuyo tampoco, sólo importan nuestros sentimientos, nuestro amor infinito, el calor de nuestras caricias y nuestras manos unidas bajo la luz de la Luna, sólo importa el presente, regalo que la vida nos dio, sólo importa el futuro... hogar de nuestra vida juntos y en este presente y ese futuro yo te honraré por siempre, te protegeré de lo que sea, te daré todo mi cariño, mi amor sin condiciones, sin reservas todo, todo te lo daré, si necesitas una mano te tenderé la mía, si necesitas un guía te mostraré el camino, si necesitas abrigo te cubriré con mis brazos,si te sientes triste te haré un poema de amor, con mis besos te haré sentir mi calor cuando el invierno llegué a tu cuerpo, si sientes que no te quiero te prestaré mis ojos para que veas como es que te veo, para que veas con cuanto amor te observo, si ves que todo es oscuro te daré la luz de mi alma, de mi corazón... estoy dispuesto a morir por ti, pues mi vida la tengo y la vivo por ti y mi vida eres tú; así que sacrificarla en tu honor para mí sería lo mejor que pudiera hacer. Cada día cuando sientas que la mañana no es bella te susurraré un te quiero despacio en tu oído; en las noches cuando sientas que ya nada importa te regalaré un apasionado te amo y tomaré tus manos cansadas y las pondré en mi pecho y te diré: "Mira, Hermosa, siente este corazón, él late gracias a ti, me das vida cada día con tu sonrisa y tu alegría y cada noche, me permites continuar, con tu cariño y amor, en este mundo de sufrimiento, lo que soy es gracias a ti. Te agradezco por dejarme vivir un día más".

Jamás exigiré nada de ti que no este dispuesto yo primero a entregarte, siempre seré para ti ese Príncipe que cuide y vele tus sueños, no dejaré que el largo silencio ni la soledad pasen a tu cuerpo, no permitiré que el tedio y la monotonía se apoderen de tu día, cada momento te sorprenderé con un amor más grande y una nueva forma de expresártelo, seré un centinela de tu corazón, seré un amor que invada todo tu cuerpo y tu alma, una canción que embelese tus sentidos, seré aquel que dará su vida sólo para darte un segundo más... y cuando me necesites no importa el día, el momento ni la hora yo siempre estaré ahí para ti.

Esta carta ha sido un poco larga, pero para poder expresar lo que siento por ti y cuanto te amo necesitaría toda mi vida, es por eso que he decidido vivirla a tu lado para así ir escribiendo cada momento un nuevo capítulo de nuestra historia, te amo y la única ambición de mi vida es que tú seas la dueña de mi corazón y poder vivir junto a ti... es por eso que hoy humilde y sincero yo te propongo:

“Princesa... ¿me harías el honor de ser mi esposa?”